Antes de comenzar a cuidar a una persona dependiente sea que lo vayas a hacer tu o vayas a contratar a una empresa para que lo haga es indispensable tener claridad sobre las necesidades de la persona que se va a cuidar. Entender sus limitaciones y preocupaciones será determinante para direccionar el tipo de apoyo que requiere. A continuación te presentaremos las 5 herramientas más útiles para determinar las áreas en las cuáles un servicio de enfermería a domicilio o de cuidados puede apoyar a un paciente.
**Para conocer las pruebas da click en el nombre.
El índice de Barthel (IB) es un instrumento que mide la capacidad de una persona para realizar diez actividades de la vida diaria (AVD), consideradas como básicas, obteniéndose una estimación cuantitativa de su grado de independencia, esto en su versión original. Esto nos indica para qué actividades es dependiente o independiente y en qué necesita apoyo.
La escala de Dowton nos permite conocer el riesgo de caídas que tiene un paciente e identificar qué factores influyen en el mismo. Es importante conocer cuáles son las principales causas del riesgo de caídas ya que de eso dependerán las intervenciones que se tendrán.
La escala de Norton es una herramienta que nos permite identificar el riesgo de UPPs (Úlceras Por Presión) las cuáles son heridas en la piel principalmente ocasionadas cuando un paciente permanece en la misma posición mucho tiempo. Estas heridas son sumamente peligrosas ya que se suelen hacer más grandes y terminar en una hospitalización del paciente. Tener claridad del riesgo de UPPs te permitirá cuidar de mejor manera a tu paciente y supervisar al servicio de enfermería.
Escala EVA y EVERA
La escala EVA (Escala Visual Analógica) permite identificar el dolor que presenta un paciente entendiendo qué tan leve, moderado o alto es así cómo entender el efecto que el dolor ocasiona. El dolor es muy importante y siempre se debe guardar en mente cuando se está cuidando a una persona dependiente. Esto nos ayudará a determinar las intervenciones que se deben tener.
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Esta prueba nos ayuda a determinar el riesgo que tiene un paciente de sufrir una caída mientras camina. Nos enseña cómo se mueve, con qué estabilidad y cómo es su pisada. Esta prueba toma 3 minutos y es importante ver también cómo camina el paciente y qué balance tiene. Para esta prueba requieres 2 sillas separadas por 3 metros una enfrente de otra y un cronómetro.
Estas pruebas te podrán ayudar a determinar con qué apoyar al paciente, qué intervenciones se podrán aplicar y en qué actividades debe permanecer la independencia.